jueves, 19 de febrero de 2009
"Se dice siempre que uno muere dos veces: una primera vez, y una segunda cuando alguien encuentra una fotografía tuya y ya no sabe quién eres."
Hoy vengo con un artista que ya había mencionado anteriormente en uno de los post, el francés Christian Boltansky, artista muy admirado por mi parte, por la intensidad, silencio, sensibilidad y recojimiento de sus obras.
Boltansky trabaja con materiales tan cotidianos como la luz, cajas, sábanas, ropa, sombras y sobre todo fotografías de desconocidos, desaparecidos o fallecidos. El sentimiento del recuerdo está inmerso en cada una de sus piezas, trasformando el paso del tiempo que han condenado al olvido a los sujetos de dichas imágenes. Boltansky rescata del olvido asesinados en el Holocausto o sencillamente personas anónimas que ya sólo existen (y ya de manera unicamente visual) gracias a la fotografía.
Pienso que una de las razones por las cuales utilizo la luz es porque ésta es una imagen de la vida y puede extinguirse a cada instante. La vida es muy frágil, es como una vela, es nada; tú tienes algo que es la vida y esa cosa puede en cualquier momento desaparecer, constantemente. Boltansky
Mezclando la religión, lo autobiográfico y lo pasado, el artista construye un ambiente íntimo y silencioso pero tan ruidoso en su intensidad, que hace que todas sus piezas se conviertan en una especie de altar o reliquia religiosa-personal.
Mediante ropa usada y abandonada Boltansky nos habla de la ausencia y presencia, de las personas que una vez habitaron en esas prendas.
Lo que Boltansky me enseña e inspira (y por ello esta admiración que tengo hacia su trabajo) es en que pienso en las ropas usadas de sus piezas como si fueran fotografías. Al igual que una prenda de vestir, un fotografía fue habitada, fue conservada y posteriormente abandonada, existiendo solo visualmente para los otros, de manera anónima, pues como bien dice el propio Boltansky sólo dejamos de existir verdaderamente cuando ya nadie nos reconoce ni siquiera en una fotografía, cuando ya nadie nos recuerde entonces estaremos verdaderamente muertos.
Aquí dejo unos pequeños fragmentos de una entrevista realizada al artista en el que habla un poco sobre diferentes aspectos del arte y el artista, me parecen que son muy muy interesantes sus palabras:
De hecho, soy un artista, y lo que hago es arte, pero para mí la reacción del espectador debe ir más allá del hecho de que está frente a una obra de arte. Debe olvidar que está frente a una obra de arte y tiene que tener emociones que están más próximas a la vida. El problema de un artista, por ejemplo, si yo me pongo a llorar ahora, Ud. se va a emocionar y se va a preocupar, y tal vez se pregunte ¿Qué le está pasando? ¿Por qué llora? ¿Qué se puede hacer? Si estoy haciendo teatro, va a decir que soy un actor malo y no va a sentir emoción. Entonces la vida tiene mucha más emoción que el arte. Por eso, lo que intento hacer es que la gente se olvide que es arte y piense que es vida. Para dar esta impresión de vida. Para dar esta impresión de vida me sirvo de medios artificiales, del arte; no es la realidad, hago teatro; trato de que el espectador en ese momento olvide que está en un museo.
Boltansky y su concepción del significado de ser artista:
Tal vez el hecho de ser un artista sea una manera de luchar contra la muerte. Es una manera que no funciona. Es un fracaso. Cada vez que uno lucha contra la muerte, pierde. Es también un deseo de luchar contra la propia muerte. Cuando uno es artista, esto responde a un deseo de luchar contra la muerte. Al mismo tiempo, cuando más artista es uno, más deviene en su obra. Francis Bacon se parecía a un Francis Bacon. Siempre digo, como una broma, que Giacometti se parecía a un Giacometti. Físicamente, yo me parezco a una caja de galletas. Mientras más trabaja uno, más adquiere existencia. Uno se vuelve su obra, y tal vez esto sea un deseo de no morir, pues uno mismo ya no tiene existencia, sólo es su obra. Uno no es sino su obra.
Creo que el arte es, con frecuencia, un deseo de luchar contra la muerte, y por eso siempre pierde. El arte es perdedor. Es el mismo problema, por ejemplo, en los museos. Si pongo este yesquero en un museo, se le va a preservar, lo pondré en una vitrina, pero ya no será más un yesquero. Porque ¿qué es un yesquero? Es esto. Entonces, cuando algo se preserva, se mata, desde el mismo momento en que uno lo preserva, lo mata.
Boltansky y la enseñanza del arte:
Soy bien malo como profesor. Todos los estudiantes huyen de mí. Se quedan solamente los asiáticos, quizás porque no entienden el francés. Todos los que me entienden se van. Creo que a pesar de esto, de hecho me intereso en la transmisión. La primera cosa que digo cuando llego es «Uds. no tienen nada que aprender y yo no tengo nada que enseñarles». La segunda cosa que les digo es «lo que Uds. tienen que hacer es esperar y esperar.» Y esas son cosas que no son muy optimistas. Creo que no hay nada que enseñar en arte, ni siquiera hay que trabajar, hay que esperar el día en que uno va a poder entender. Hay que esperar ese momento. No enseño nada. Lo importante más bien es estar disponible para la historia. Entonces, bueno, que ellos esperen. Tienen que esperar a saber lo que deben ser, saber comprenderse, aceptarse… no hay ninguna técnica, no hay ninguna regla a enseñar, nada, no hay nada.
Para los interesados les recomiendo la lectura de la entrevista completa en este enlace:
http://www.analitica.com/bitblioteca/mer/boltanski.asp
martes, 17 de febrero de 2009
Serie "Pink´s portraits"
Dejo por aquí mi trabajo más reciente inspirado en el concepto de identidad. La identidad es un complejo rizoma en el que lo que parece ser único e irrepetible resulta ser una mezcla de nuestra interacción con "el otro" o "los otros". Sólo existimos en la medida en que "somos y estamos" para, por y ante el otro.
La estructura de las fotografías hablan de ese "yo múltiple", de esos "otros yoes", de esa mezcla y fusión.
El sujeto que aparece aquí fragmentado parece distinto en cada fotografía, el "juego de la carne", ¿posible metáfora del hombre cyborg, de los cuerpos contemporáneos, de la transformación de la piel en nuestras sociedades actuales?
Serie "Pink´s portraits"
Fotografía digital, 2009
La estructura de las fotografías hablan de ese "yo múltiple", de esos "otros yoes", de esa mezcla y fusión.
El sujeto que aparece aquí fragmentado parece distinto en cada fotografía, el "juego de la carne", ¿posible metáfora del hombre cyborg, de los cuerpos contemporáneos, de la transformación de la piel en nuestras sociedades actuales?
Serie "Pink´s portraits"
Fotografía digital, 2009
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Mis proyectos/trabajos personales
lunes, 16 de febrero de 2009
"Los imaginarios de la fotografía" a través de Serge Tisseron
Me gustaría comenzar esta reflexión demostrando un especial interés que me han suscitado los textos de Serge Tisseron debido a mi fuerte vinculación con la fotografía en mi trabajo, abriéndome nuevas concepciones de mi visión hacia lo fotográfico.
Comentando las ideas que más me han influido de este autor, empezaré por la idea de la transformación o subjetividad de la imagen que comenta Tisseron, es decir, el producir una imagen que una vez representada se convierte en otra a través de la mirada de otros. Me interesa esa idea de que sea el espectador o receptor de una imagen el que la culmine, el que la dote de un significado último.
En mi proceso creativo me gusta jugar con la mirada del otro, que lo que yo represente en una imagen o una serie de imágenes relacionadas entre sí (que es como normalmente trabajo) se conviertan en las historias de otros. Es esa idea de generar imágenes, con tu propia visión del mundo y lo que te rodea para luego abandonarlas para que “otros” las hagan suyas y se apropien de ellas con sus vivencias personales. Es como bien dice el autor, una forma que tiene el espectador de asegurarse su propia existencia.
Box, fotografía digital, 2007
El siguiente aspecto que atrae a mi atención de Tisseron es el que expone cuando comenta que “la fotografía no debe intentar la integración del mundo sino que, por el contrario, debe constatar su desintegración”. Esa concepción del acto fotográfico como una acción para recordarnos la desintegración de todo lo que nos rodea, de su inevitable desaparición es la esencia misma de la fotografía. Como comenta Roland Barthes en "La cámara lúcida" dejaremos realmente de existir cuando ya no quede una sola imagen en el mundo de nosotros.
La relación que establece el autor entre el placer de la contemplación fotográfica con esa fantasía que nos abarca del deseo de haber estado allí es una relación bastante interesante debido a su alusión de traspasar el tiempo, viajar en él. La fotografía nos permite (y por ejemplo expongo la fotografía de familia) transportarnos aunque sea visualmente a los tiempos de nuestros abuelos, ver el entorno en el que vivían, cómo ha cambiado la ciudad o el pueblo en el que ahora vivimos nosotros, y esa transportación no sería posible sin la fotografía, ya que un edificio o casa antigua puede acercarnos de una forma melancólica a “lo que podría haber sido aquello”, pero no nos ofrece una visualización de cómo eran sus habitantes, o con qué objetos de relacionaban, con qué herramientas contaban para el día a día. Si un edificio antiguo nos ofrece parte de esa información la fotografía nos ofrece más que eso, nos ofrece un sentimiento del tiempo con respecto a la casa, los objetos y las personas que una vez estuvieron allí.
Creo que los conceptos de huella y rastro remiten muy bien a lo que tiene de “personal” la fotografía. La fotografía documental podría ser un ejemplo de huella fotográfica, pues registra un hecho, una acción, un testimonio, un fragmento de la realidad que vemos todos. Sin embargo el rastro es lo que podría denominarse el lado abstracto de la fotografía, es decir, son elementos externos a lo puramente formal. Serían aquellas fotografías que nos producen ese Puctum del que Roland Barthes hablaba, “ese algo” de la imagen que nos produce un pellizco en el estómago. Puede ser una atmósfera, un elemento extraño o siniestro a la manera freudiana, una determinada luz, una pose, un instante mágico o sorprendente, un encuadre, una composición, una sombra…
Un ejemplo de este lado abstracto de la fotografía, de este lado que me atrevería a denominar incluso espiritual de construir fotografías sería el ejemplo que utiliza Tisseron sobre la fotografía en la que Barthes “encuentra” a su madre, “cuando se reencuentra con ella”. Esa comunicación que Barthes mantiene con su difunta madre a través de una fotografía en la que aparece ella y con una edad con la que Barthes nunca la conoció es ese lado espiritual de la fotografía a la que me refiero, en cómo en una imagen alguien puede encontrar algo tan complejo como la esencia de una persona. El Puctum de esa fotografía de su madre es su madre misma, no la madre-cuerpo sino la imagen, el sentimiento y el apego que tenía Barthes de su madre.
La idea del estilo fotográfico es uno de los principales alicientes de un buen fotógrafo. Lo realmente interesante no es reconocer a un fotógrafo en su fotografía, sino reconocer una fotografía de un fotógrafo. Es la búsqueda y construcción de un lenguaje propio (¿y acaso no toda creación se basa en la creación de lenguaje?) se registra, se capta mirando, no viendo. Debemos reconocer al fotógrafo en la imagen, ya sea mediante una luz, unos objetos que se repiten en la obra de ese fotógrafo, mediante la composición o los ambientes construidos. De alguna manera cada fotografía, si se ha realizado mirando, es un autorretrato.
Me ha llamado especialmente la atención las paradojas que comenta el autor relacionando fotografía y muerte, como por ejemplo el hecho de que los líquidos que se utilizan para revelar el papel fotográfico hayan sido utilizados por los antiguos egipcios para el acto de embalsamar. Esa relación produce más de un escalofrío, pues la relación que mantiene la fotografía con la muerte en este caso se podría decir que es más que directa. O el juego de palabras de el revelado con la revelación divina que no dejan de ser meros juegos etimológicos, pero son fuertes impulsadores de metáforas bajo mi punto de vista.
Me gusta la definición de la cámara fotográfica como depredadora. Las mismas definiciones para hablar de la acción fotográfica se relacionan con lo agresivo, como cuando hablamos del disparador, pues la misma palabra alude al asesinato, al crimen, a la agresión. Esa visión de la cámara como una depredadora que devora el mundo, que extrae fragmentos de un todo remite a la vulnerabilidad humana. Nosotros podemos ser devorados, al igual que lo hace la cámara con el mundo o la realidad, por la mirada del otro.
Nazaret Umpiérrez del Rio
Comentando las ideas que más me han influido de este autor, empezaré por la idea de la transformación o subjetividad de la imagen que comenta Tisseron, es decir, el producir una imagen que una vez representada se convierte en otra a través de la mirada de otros. Me interesa esa idea de que sea el espectador o receptor de una imagen el que la culmine, el que la dote de un significado último.
En mi proceso creativo me gusta jugar con la mirada del otro, que lo que yo represente en una imagen o una serie de imágenes relacionadas entre sí (que es como normalmente trabajo) se conviertan en las historias de otros. Es esa idea de generar imágenes, con tu propia visión del mundo y lo que te rodea para luego abandonarlas para que “otros” las hagan suyas y se apropien de ellas con sus vivencias personales. Es como bien dice el autor, una forma que tiene el espectador de asegurarse su propia existencia.
Box, fotografía digital, 2007
El siguiente aspecto que atrae a mi atención de Tisseron es el que expone cuando comenta que “la fotografía no debe intentar la integración del mundo sino que, por el contrario, debe constatar su desintegración”. Esa concepción del acto fotográfico como una acción para recordarnos la desintegración de todo lo que nos rodea, de su inevitable desaparición es la esencia misma de la fotografía. Como comenta Roland Barthes en "La cámara lúcida" dejaremos realmente de existir cuando ya no quede una sola imagen en el mundo de nosotros.
La relación que establece el autor entre el placer de la contemplación fotográfica con esa fantasía que nos abarca del deseo de haber estado allí es una relación bastante interesante debido a su alusión de traspasar el tiempo, viajar en él. La fotografía nos permite (y por ejemplo expongo la fotografía de familia) transportarnos aunque sea visualmente a los tiempos de nuestros abuelos, ver el entorno en el que vivían, cómo ha cambiado la ciudad o el pueblo en el que ahora vivimos nosotros, y esa transportación no sería posible sin la fotografía, ya que un edificio o casa antigua puede acercarnos de una forma melancólica a “lo que podría haber sido aquello”, pero no nos ofrece una visualización de cómo eran sus habitantes, o con qué objetos de relacionaban, con qué herramientas contaban para el día a día. Si un edificio antiguo nos ofrece parte de esa información la fotografía nos ofrece más que eso, nos ofrece un sentimiento del tiempo con respecto a la casa, los objetos y las personas que una vez estuvieron allí.
Creo que los conceptos de huella y rastro remiten muy bien a lo que tiene de “personal” la fotografía. La fotografía documental podría ser un ejemplo de huella fotográfica, pues registra un hecho, una acción, un testimonio, un fragmento de la realidad que vemos todos. Sin embargo el rastro es lo que podría denominarse el lado abstracto de la fotografía, es decir, son elementos externos a lo puramente formal. Serían aquellas fotografías que nos producen ese Puctum del que Roland Barthes hablaba, “ese algo” de la imagen que nos produce un pellizco en el estómago. Puede ser una atmósfera, un elemento extraño o siniestro a la manera freudiana, una determinada luz, una pose, un instante mágico o sorprendente, un encuadre, una composición, una sombra…
Un ejemplo de este lado abstracto de la fotografía, de este lado que me atrevería a denominar incluso espiritual de construir fotografías sería el ejemplo que utiliza Tisseron sobre la fotografía en la que Barthes “encuentra” a su madre, “cuando se reencuentra con ella”. Esa comunicación que Barthes mantiene con su difunta madre a través de una fotografía en la que aparece ella y con una edad con la que Barthes nunca la conoció es ese lado espiritual de la fotografía a la que me refiero, en cómo en una imagen alguien puede encontrar algo tan complejo como la esencia de una persona. El Puctum de esa fotografía de su madre es su madre misma, no la madre-cuerpo sino la imagen, el sentimiento y el apego que tenía Barthes de su madre.
La idea del estilo fotográfico es uno de los principales alicientes de un buen fotógrafo. Lo realmente interesante no es reconocer a un fotógrafo en su fotografía, sino reconocer una fotografía de un fotógrafo. Es la búsqueda y construcción de un lenguaje propio (¿y acaso no toda creación se basa en la creación de lenguaje?) se registra, se capta mirando, no viendo. Debemos reconocer al fotógrafo en la imagen, ya sea mediante una luz, unos objetos que se repiten en la obra de ese fotógrafo, mediante la composición o los ambientes construidos. De alguna manera cada fotografía, si se ha realizado mirando, es un autorretrato.
Me ha llamado especialmente la atención las paradojas que comenta el autor relacionando fotografía y muerte, como por ejemplo el hecho de que los líquidos que se utilizan para revelar el papel fotográfico hayan sido utilizados por los antiguos egipcios para el acto de embalsamar. Esa relación produce más de un escalofrío, pues la relación que mantiene la fotografía con la muerte en este caso se podría decir que es más que directa. O el juego de palabras de el revelado con la revelación divina que no dejan de ser meros juegos etimológicos, pero son fuertes impulsadores de metáforas bajo mi punto de vista.
Me gusta la definición de la cámara fotográfica como depredadora. Las mismas definiciones para hablar de la acción fotográfica se relacionan con lo agresivo, como cuando hablamos del disparador, pues la misma palabra alude al asesinato, al crimen, a la agresión. Esa visión de la cámara como una depredadora que devora el mundo, que extrae fragmentos de un todo remite a la vulnerabilidad humana. Nosotros podemos ser devorados, al igual que lo hace la cámara con el mundo o la realidad, por la mirada del otro.
Nazaret Umpiérrez del Rio
sábado, 14 de febrero de 2009
Li Wei
El arte contemporáneo oriental está cobrando cada vez más protagonismo dentro del panorama artístico internacional.
Cang Xin, Cui Xiuwen, Chen Qiulin, Hong Lei, Liang Yuanwei, Rong Rong, Shen Qui, Wang Jin, Xu Heng, Zhu Ming, Zhao Bandi o Li Wei son sólo algunos de estos artistas en actividad que vienen con frescas propuestas a través de la fotografía.
Me centraré brevemente en el fotógrafo Li Wei, uno de los más curiosos e interesantes bajo mi punto de vista. Construye situaciones inusuales y extrañas mediante acciones performativas en las que aparece él mismo sólo o bien acompañado de otros sujetos. Trabaja principalmente con las tensiones entre cuerpo y mente dotando de una fuerte carga psicológica a sus fotografías.
A pesar de que las imágenes parecen ser elaboradas casi por completo en un laboratorio digital a base de complejos montajes, lo cierto es que sorprende este vídeo que dejo por aquí en el que podemos seguir un "Making off" de la elaboración de una de sus acciones y lo que éstas llegan a tener de real.
http://www.liweiart.com/index.htm
jueves, 12 de febrero de 2009
Viaje a Nueva York
Ya comenté en uno de mis primeros post que en Octubre-Noviembre realicé un viaje a Nueva York durante un mes. Como siempre me llevé a mi mejor compañera de viajes, mi Nikon D200 sin la que no salía de la residencia (acabando al final del día con pequeñas molestias en el cuello de llevarla colgada horas), pero no podía arriesgarme a toparme con algo interesante por las calles y no tener la cámara conmigo, ¡en una ciudad como Nueva York podía ocurrir cuanquier cosa!.
Pues hoy me animo ha colgar unas cuantas fotografías de aquella experiencia con esa maravillosa ciudad. Podéis encontrar más en:
http://www.flickr.com/photos/umpierrezdelrio/sets/72157612503083202/
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Mis proyectos/trabajos personales
Joel Sternfeld
Saliéndome un poco de la línea que me he propuesto de ir publicando mujeres artistas poco conocidas fuera de la élite artística, hoy he querido venir con un fotógrafo que me parece muy interesante y compartirlo de una manera breve con ustedes.
Joel Sternfeld es un fotógrafo americano que empezó trabajando en 1970 con película a color, con una cámara de 8x10 pulgadas, trabaja en gran formato con figuras humanas ubicadas en paisajes americanos tanto urbanos como rurales y éstas suelen ser pequeñas en comparación con el espacio que las envuelven. Los colores que predominan en sus imágenes son los tonos pasteles o colores sombríos, por lo que suele trabajar con la luz de la mañana o de la tarde.
Las fotografías de Joel encierran elementos enigmáticos y extraños (otros fotógrafos americanos que juegan con estos elementos son Gregory Crewdson y Jeff Wall, de los que hablaré en otro post), una expresión, un gesto, una mirada, una disposición en el espacio o una casualidad efímera son los ingredientes de sus fotografías.
Una de sus célebres fotografías es "McLean, Virginia, December, 1978" en la que Joel nos presenta un escenario en el que podemos ver un puesto de calabazas y al fondo una casa en llamas en la cual un coche de bomberos intenta extinguirlas. Apréciese la relación pictórica entre el color de la llamarada y el color de las calabazas regadas desde el primer plano hasta el medio plano de la escena.
McLean, Virginia, December, 1978.
Sternfeld "exige" al espectador que se fije en los pequeños detalles , que entremos en la imagen y dialoguemos con ella. El impacto de sus fotografías no reside sino en esos pequeños detalles siniestros y familiares a la vez (de ahí su trabajo con el gran formato). Busca el llamado "tableaux" que se practicaba en el teatro francés del siglo XVIII, la idea del "instante perfecto" en la que los actores en escena formaban una imagen claramente compuesta, momento en el que se quedaban congelados y mantenían la postura hasta la bajada del telón.
Las escenas que nos ofrece Joel nos transmiten la sensación de que ocurren cosas, cosas que ya han pasado o están a punto de suceder, interesándose por aquellos entornos "a mitad de", es decir, pueblos americanos de las afueras, al lado de la orilla de la carretera las zonas intermedias.
Dejo algunas fotografías de su producción y enlaces:
Domestic Workers Waiting for the Bus, Atlanta, Georgia, April, 1983
Exhausted Renegade Elephant, Woodland, Washington, 1982
Metro Bus Shelter, 7th Street, SouthWest, Washington D.C, 1995
http://www.luhringaugustine.com/index.php?mode=artists&object_id=67
http://www.getty.edu/art/gettyguide/artMakerDetails?maker=3902
http://www.mocp.org/collections/permanent/sternfeld_joel.php
http://www.elangelcaido.org/fotomes/200610/joelsternfeld.pdf
http://www.luhringaugustine.com/
Joel Sternfeld es un fotógrafo americano que empezó trabajando en 1970 con película a color, con una cámara de 8x10 pulgadas, trabaja en gran formato con figuras humanas ubicadas en paisajes americanos tanto urbanos como rurales y éstas suelen ser pequeñas en comparación con el espacio que las envuelven. Los colores que predominan en sus imágenes son los tonos pasteles o colores sombríos, por lo que suele trabajar con la luz de la mañana o de la tarde.
Las fotografías de Joel encierran elementos enigmáticos y extraños (otros fotógrafos americanos que juegan con estos elementos son Gregory Crewdson y Jeff Wall, de los que hablaré en otro post), una expresión, un gesto, una mirada, una disposición en el espacio o una casualidad efímera son los ingredientes de sus fotografías.
Una de sus célebres fotografías es "McLean, Virginia, December, 1978" en la que Joel nos presenta un escenario en el que podemos ver un puesto de calabazas y al fondo una casa en llamas en la cual un coche de bomberos intenta extinguirlas. Apréciese la relación pictórica entre el color de la llamarada y el color de las calabazas regadas desde el primer plano hasta el medio plano de la escena.
McLean, Virginia, December, 1978.
Sternfeld "exige" al espectador que se fije en los pequeños detalles , que entremos en la imagen y dialoguemos con ella. El impacto de sus fotografías no reside sino en esos pequeños detalles siniestros y familiares a la vez (de ahí su trabajo con el gran formato). Busca el llamado "tableaux" que se practicaba en el teatro francés del siglo XVIII, la idea del "instante perfecto" en la que los actores en escena formaban una imagen claramente compuesta, momento en el que se quedaban congelados y mantenían la postura hasta la bajada del telón.
Las escenas que nos ofrece Joel nos transmiten la sensación de que ocurren cosas, cosas que ya han pasado o están a punto de suceder, interesándose por aquellos entornos "a mitad de", es decir, pueblos americanos de las afueras, al lado de la orilla de la carretera las zonas intermedias.
Dejo algunas fotografías de su producción y enlaces:
Domestic Workers Waiting for the Bus, Atlanta, Georgia, April, 1983
Exhausted Renegade Elephant, Woodland, Washington, 1982
Metro Bus Shelter, 7th Street, SouthWest, Washington D.C, 1995
http://www.luhringaugustine.com/index.php?mode=artists&object_id=67
http://www.getty.edu/art/gettyguide/artMakerDetails?maker=3902
http://www.mocp.org/collections/permanent/sternfeld_joel.php
http://www.elangelcaido.org/fotomes/200610/joelsternfeld.pdf
http://www.luhringaugustine.com/
miércoles, 11 de febrero de 2009
Entrevista a Marina Abramovic
Para completar el post que hace unos días publiqué sobre la artista Marina Abramovic, para aquellos a los que les haya interesado, dejo una entrevista (no pude conseguirla subtitulada, así que para los que dominen el inglés les irá perfecto, y a los que sólo nos defendemos se puede intentar más o menos seguir). Creo que no tiene desperdicio escuchar sus ideas, pues creo que son muy profundas, especiales e inusuales.
Hacer visible lo invisible...
Hoy rebuscando he querido colgar un pequeño fragmento del proyecto teórico que realicé para el Proyecto Final de Carrera, el título es "Ficción, Drama y Tragedia de lo Cotidiano" y lo estructuré en cinco bloques basados en investigaciones y reflexiones en torno a mis "preocupaciones" artísticas:
- La Narración :
La narración como discurso en las estrategias artísticas contemporáneas.
La fotografía y el vídeo, creadores de nuevas realidades.
Lo inacabado y ausente.
Narración en la pintura tardomedieval y flamenca.
- La Violencia:
Representaciones de la violencia en la Historia del Arte.
La violencia en los discursos artísticos contemporáneos, algunos autores.
Lo violento en lo ausente, lo silencioso y siniestro.
- Ficción, Drama y Tragedia de lo Cotidiano:
Reflexiones e intereses por una politica de la ficción.
Breve aproximación a la obra de Juliao Sarmento.
Relexión en torno al lenguaje cinematográfico.
En torno a lo cotidiano.
- Entropía de lo construído y el retorno de lo orgánico:
Ruina y memoria.
Propuestas artísticas contemporáneas.
Construir y habitar.
"Espacios indiferentes".
- Fotografía y Memoria
Reflexiones en torno a la fotografía a través de Susan Sontag.
Memoria: un acercamiento a la obra de Christian Boltanski.
"Mi intención no es narrar historias claras, sino que el espectador adopte el papel de “actor”, protagonista o secundario, pero al fin y al cabo participante, colaborador y constructor de las mismas. En las series intento colocar una señal que sugiera alguna historia que deba ser continuada.
Pienso en la fotografía como una herramienta que permite la captación de pequeños mundos, pequeñas parcelas de un mundo mayor que por sí mismas generan otros mundos.
En la fotografía y la ficción encontramos lo inquietante, y apropiándonos de ellas transformamos la realidad, pues la fotografía tiene un impacto más brutal que la pintura precisamente por su inevitable alusión a la realidad, a la vez que al captar instantes inmóviles en el tiempo provoca que imaginemos el antes y el después de ese instante, por lo que el enigma se mantiene. María Zárraga se cuestiona “si volver a la realidad, pese al artificio, sigue siendo más disturbante que la realidad manipulada para parecer real”. Algo sucede, pero qué va a suceder a continuación no se sabe.
Al igual que María Zárraga, busco esa frontera o disolución entre realidad y ficción que pretendo encontrar predisponiendo en escena personajes anónimos en un contexto determinado. Me parece interesante esta relación de individuo-contexto.
A la hora de construir mis historias voy a un lugar y anoto las posibles acciones que podrían suceder allí. Parece algo sencillo, banal y fruto del azar, pero son las mismas inquietudes y preocupaciones las que sustentan todas las piezas. Es el proceso y la mirada el que construye la trama, el guión es el escenario, el contexto en el que trabajo.
Me identifico con una frase de Zárraga en la que comenta que “el artista trabaja con elementos intangibles como la intuición, la capacidad de observación y percepción desarrollada en el entorno”. Creo que el trabajo del artista se basa fundamentalmente en afirmar mundos que no se ven en éste, en hacer visible lo invisible.
Cuando pienso en mi recorrido a lo largo de la carrera siento que todo lo que yo quería contar se ha hecho en parte realidad gracias al medio fotográfico. No he cursado ninguna asignatura de fotografía en toda la carrera, me interesaban las cualidades de la escultura, su imposición en el espacio, su capacidad para generar comportamientos, su multiplicidad de lenguajes, pero de alguna manera, no conseguía encontrar una vía que se adecuase a las intenciones que pretendía generar, desarrollar. En los últimos años de la carrera comencé a explorar con la fotografía, que finalmente me brindó la oportunidad de construir realidades, secuencias, narraciones, historias y los juegos visuales con los que ahora trabajo."
Aquí dejo., para a los que les interese, enlaces a la obra de María Zárraga, Susan Sontag y Christian Boltansky:
http://www.artszin.net/vol1/zarraga.html
http://www.christianboltanski.net/
http://uoc.carminandres.com/05estetica/artistas/boltanski-christian.html
http://www.susansontag.com/
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/sontag.htm
martes, 10 de febrero de 2009
Otro año sin ARCO...
Esta semana se celebra en Madrid, un año más, uno de los eventos más importantes a lo que en arte se refiere en España, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO 2009).
Lo cierto es que sólo me ha sido posible acudir una vez (de eso hará seis años) porque la feria siempre se celebra en el mes de Febrero, justo cuando tenía los exámenes y entregas de trabajos en la facultad, quedándome siempre con las ganas, y eso que la propia facultad ofrecía un servicio de autobuses a Madrid especialmente para acudir al evento.
Este año por motivos varios, no podré acudir tampoco, así que sólo me quedará pedirle a una amiga (mi ex-profesora de volumen de Bachillerato) que me traiga los catálogos para al menos disfrutar en papel de las 250 galerías, artistas y obras participantes de diversos países (Reino Unido, Italia, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Austria, Bélgica, Suiza, Irán, México, Cuba, Portugal, China, Hungría, Colombia y un largo etcétera).
El evento abre al público este Viernes 13 de Febrero en el recinto ferial (IFEMA), ocupa los pabellones 6, 8 y 10, siendo la entrada por las puerta Norte y se puede disfrutar de una gran diversidad en cuanto a soportes artísticos (pinturas, esculturas, grabados, dibujos, "new medias", fotografía, vídeos, etc.), así como de una variedad histórica que aborda desde las vanguardias históricas y los clásicos contemporáneos hasta el arte más actual.
Cada año ARCO acoje a un país invitado, que este año es India con 13 galerías y 50 artistas que exponen lo último del arte contemporáneo indio.
Aunque principalmente la feria está concebida y estructurada pensando en los coleccionistas y todos los personajes que conforman el mercado del arte actual y las entradas para el público en general son algo caras, es un "orgasmo visual" para todos aquellos que gozamos con esto del arte y una oportunidad para "ponerse al día" con todo lo que "preocupan" a los artistas emergentes, así como la diversidad y riqueza de medios con los que trabajan.
Me quedaré sin ARCO una vez más, sintiéndolo muchísimo, pero invito a ir y doy un único consejo, llévense aspirinas porque después de ese gran chute visual acabaréis locos de la cabeza, viendo colores y formas por todos lados debido a una sobredosis de información. xDD
El artista Enrique Marty junto a sus obras
Visitantes de ARCO 2008
miércoles, 4 de febrero de 2009
La fotografía, pantalla o envoltorio del mundo
“Si pintura y fotografía nos colocan ambas a la vez y la imagen, la pintura da prioridad más bien a la primera de esas relaciones, mientras que la fotografía ob liga absolutamente a su espectador a entrar .”
Con esta frase de Tisseron me gustaría resaltar lo que tiene de especial lo fotográfico, lo que le diferencia del resto de las artes visuales. Es esa capacidad que tiene la fotografía de mostrar pequeños fragmentos de la realidad, de mostrar lo que materialmente existe, lo que “podría haber sido” o lo que “podría sucedernos a nosotros”, el decirnos “esto podría pasarme a mí”.
La fotografía nos permite, más que ninguna otra herramienta generadora de imagen, meternos por unos instantes en la piel del que estuvo allí, en la piel del voyeur.
La distinción que se establece entre lo visto usual y lo uno visible, diferencia bien la idea de ver y de mirar. Lo visto usual es lo que vemos mientras que lo uno visible es lo que miramos .
Me gusta la frase en la cual el autor (del texto en el que baso esta reflexión) dice qu e “antes de usar la película sensible de su máquina para recibir la imagen del mundo, ¡el propi o fotógrafo es ésa superficie impresionada!”. Hago hincapié en la cuidada definición de , pues no es lo mismo que .
Cuando Tisseron habla de “recibir la imagen del mundo” se refiere a la esencia misma del acto fotográfico. Al fotografiar, más que captar, encerrar o registrar la realidad, antes de todo eso, nos enfrentamos a ella mediante la mirada, mediante la observación.
En el texto se aprecia una reflexión muy profunda de lo fotográfico. Al hablarse de captar la esencia de un objeto o persona, y no sólo su presencia, se habla de un aspecto místico, casi religioso o divino de la fotografía. Me interesa mucho este tipo de reflexiones profundas en torno a algo que parece tan evidente como una fotografía.
Me refiero a cuando Tisseron habla de que “el deseo que anima toda creación de imagen fotográfica es sustituir la vida tal como es por una imagen de la vida tal como la deseamos”.
Verdad eramente creo que en toda creación fotográfica (incluso en la documental) hay un deseo por parte del fotógrafo de cómo quiere mostrar esa pequeña parte del mundo que desea recibir (ya no hablaré más de captar o registrar). Siempre nuestra imagen de una fotografía estará condicionada por cómo ha querido el fotógrafo que la rercibamos.
Me interesa mu cho la idea que se desarrolla en torno a los álbu mes de familia. Normalmente son fotografías que conservamos celosamente, como si no quisiéramos perder de vista de dónde venimos, de cual es nuestro origen, es como asegurarnos o incluso justificar nuestra existencia: yo estoy aquí porque ellos también estuvieron.
Personalmente estoy trabajando en un proyecto con fotografías antiguas de familia. Son fotografías de familiares que ni tan siquiera conozco. Hay amigos de familia, primos que aun existen pero que no conozco u otros que ya no están. Le teng o especial cariño a una en la que aparece un grupo de niños en torno a una vieja mesa con refrescos, una tarta, unos globos colgados en el techo y al fondo una pared mugrienta. Me a trae las miradas y posiciones de esos niños y el "Puctum" (del que hablaba Roland Barthes) que juega una muchacha que casi se sale del encuadre.
Fotografía original de algunos de mis familiares
A partir de esta fotografía comencé realizando una fotocopia a la cual le realicé otra fotocopia y así sucesivamente, hasta que al final la imagen se deforma, se despersonalizan los rostros, todo se hace aún más plano. He matado una fotografía, la he hecho desapa recer, al igual que los sujetos de la misma lo hicieron en su día. Es quizás uno de mis trabajos más personales y de los que me cuesta más desprenderme.
Páginas del libro de fotocopias que realicé ya con visibles pérdidas de información
Otro aspecto que me ha llamado la atención de este texto es el proceso de elección al que se ve sometido un fotógrafo para decidir qué es mostrable y qué no lo es. Un artista se pasa la vida decidiendo, en el acto creador todo se basa en decisiones que darán una forma determinada a una obra. Fotografiar es también decidir que fotografiamos y por qué lo hacemos y qué queremos mostrar de nosotros, qué queremos decir de nosotros a través de la fotografía. Me gusta esa idea de autoconocimiento a través de lo que plasmamos y deseamos mostrar a la otredad.
Señalaré un último aspecto que me resulta interesante. La capacidad de una fotografía de transportarnos en el tiempo, de recordar olores, sabores, sensaciones o estímulos. La fotografía se convierte así en pintura, escultura, música, danza…La fotografía es mucho más que un fragmento visual de la realidad, es un fragmento real que cobra vida a través del recuerdo.
Nazaret Umpiérrez del Río
La fotografía nos permite, más que ninguna otra herramienta generadora de imagen, meternos por unos instantes en la piel del que estuvo allí, en la piel del voyeur.
La distinción que se establece entre lo visto usual y lo uno visible, diferencia bien la idea de ver y de mirar. Lo visto usual es lo que vemos mientras que lo uno visible es lo que miramos
Me gusta la frase en la cual el autor (del texto en el que baso esta reflexión) dice qu
Cuando Tisseron habla de
En el texto se aprecia una reflexión muy profunda de lo fotográfico. Al hablarse de captar la esencia de un objeto o persona, y no sólo su presencia, se habla de un aspecto místico, casi religioso o divino de la fotografía. Me interesa mucho este tipo de reflexiones profundas en torno a algo que parece tan evidente como una fotografía.
Verdad
Me interesa mu
Personalmente estoy trabajando en un proyecto con fotografías antiguas de familia. Son fotografías de familiares que ni tan siquiera conozco. Hay amigos de familia, primos que aun existen pero que no conozco u otros que ya no están. Le teng
Fotografía original de algunos de mis familiares
A partir de esta fotografía comencé realizando una fotocopia a la cual le realicé otra fotocopia y así sucesivamente, hasta que al final la imagen se deforma,
Páginas del libro de fotocopias que realicé ya con visibles pérdidas de información
Otro as
Señalaré un último aspecto que me resulta interesante. La capacidad de una fotografía de transportarnos en el tiempo, de recordar olores, sabores, sensaciones o estímulos. La fotografía se convierte así en pintura, escultura, música, danza…La fotografía es mucho más que un fragmento visual de la realidad, es un fragmento real que cobra vida a través del recuerdo.
Nazaret Umpiérrez del Río
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lunes, 2 de febrero de 2009
La doble prohibición del tocar, condición de superación del Yo-piel
Aquí dejo una reflexión que realicé en la asignatura de "Arteterapia" del pasado año en la facultad en torno a un texto del libro "El yo-piel" en la cual abordo algunos aspectos que suelo introducir en el imaginario conceptual de mis proyectos:
"Me interesa el estudio del cuerpo, de su construcción y sobre todo de sus lenguajes. El cuerpo es lenguaje, mediante éste nos comunicamos con el otro y con nosotros mismos.
Me parece digno de estudio todo lo relacionado con la disciplina que le atribuimos al cuerpo. Somos seres conscientes de un yo corporal, y por lo mismo adquirimos unos modos de comportamientos para disciplinarlos, para domesticarlo con nuestro afán de controlarlo todo.
La visión que del tocar tenemos depende de la cultura de la cual provenimos (una vez más la afirmación de que el cuerpo es una construcción social y cultural).
Son fundamentalmente el desarrollo de las religiones las que mediante sus principios instruyen el uso que podemos dar al cuerpo.
Desde pequeños nos advierten de que “esto” no se toca, “esto” no se hace, “esto” no se come, “esto” no se coge. Ello es cierto que nos previenen de muchos peligros para lo intocable, es decir, el cuerpo, pero a la vez constituyen unas normas que dependiendo de la cultura de la que provenga y desde la cual se mire permitirán un mayor o menor desarrollo personal (una búsqueda del Yo mismo). Me refiero a la represión en la que se encuentran por ejemplo las mujeres de algunos países árabes. Son cuerpos ocultados hasta el punto de no ser mostrados en público ni tan siquiera los ojos. Cierto es que estas mujeres puedan tener asimilado y por lo tanto nunca hayan sido objetos de cuestionamientos, las normas que se le imponen de generación en generación, pero el encuentro consigo mismas nunca será un encuentro personal, sino fundamentalmente colectivo, pues no pueden acceder a un desarrollo de una actividad pensante y creadora a la que los varones de estos mismos países se permiten posibilitando un desarrollo de lo individual.
Se que no hace falta que me vaya muy lejos, pues en la ideología cristiana esto se ha producido de una manera similar pero no es la cuestión de esta reflexión, pues es precisamente la religión cristiana la que hace hincapié en que encontraremos la verdad a través de una práctica espiritual, nunca física o carnal. He aquí de nuevo la negación del cuerpo.
Me parece interesante la conclusión a la que se llega en el texto cuando se dice que debido a la prohibición del tocar, no se establece bien las diferencias entre violencia y sexualidad.
Pongamos por ejemplo el tema del sadomasoquismo. En una relación de esta naturaleza muchas veces no se entiende que se trata (normalmente) de un disfrute carnal de mutuo acuerdo, esto es que ninguno de sus participantes se verá obligado a hacer (o dejarse hacer) nada que no quiera, y que no es una práctica que se base en la violencia (no existe tal violencia) sólo existe el placer a través del placer-dolor, pero nunca se trata de un dolor propio de una agresión producida involuntariamente.
También me resulta interesante la idea de que a través de la prohibición se despiertan los deseos del conocer y de experimentar lo que se prohíbe.
Creo que cuando se intenta proteger a alguien de algo externo no se le debe de prohibir (pues eso despierta la idea de que si se prohíbe algo es porque es algo intenso y nuevo para nosotros) sino de aconsejar (esto creo que despierta una idea de que esto se me aconseja porque esta persona ya lo ha vivido y para que no debe de ser agradable o beneficioso para nosotros).
El relato de Varley es una prueba de cómo el cuerpo impone su naturaleza a expensas del uso cultural que nosotros le dotamos. Es un ejemplo de las capacidades que tiene el cuerpo de crear lenguaje. Damos todo por hecho, el lenguaje sonoro y verbal, el lenguaje visual, pero no damos cabida debido a cuestiones morales a el lenguaje táctil.
Recuerdo un ejercicio que realicé en primero de carrera en la asignatura de escultura. Se trataba de que se le ofrecía una bolsa opaca a cada alumno con un objeto en su interior el cual no se ve en ningún momento. A partir únicamente de un conocimiento táctil con el objeto debíamos reproducir el objeto a través del modelado en arcilla. Se apreciaban las esculturas que habían sido fruto de una representación debido a una adivinación del objeto (si lo había sido) y las que habían sido construidas mediante la pura experiencia táctil con un objeto que en ningún momento (al no haber sido reconocido) fue fruto de ninguna representación mental, pues éstas constituían una forma más amorfa, más ambigua, más carnal.
Somos seres fundamentalmente visuales (ahora más que nunca), y no es sino mediante la observación de casos de minusvalía (los sordo-ciegos de Varley) por la cual adquirimos consciencia de las capacidades de lenguaje del resto de nuestros sentidos."
Nazaret Umpiérrez del Rio
"Me interesa el estudio del cuerpo, de su construcción y sobre todo de sus lenguajes. El cuerpo es lenguaje, mediante éste nos comunicamos con el otro y con nosotros mismos.
Me parece digno de estudio todo lo relacionado con la disciplina que le atribuimos al cuerpo. Somos seres conscientes de un yo corporal, y por lo mismo adquirimos unos modos de comportamientos para disciplinarlos, para domesticarlo con nuestro afán de controlarlo todo.
La visión que del tocar tenemos depende de la cultura de la cual provenimos (una vez más la afirmación de que el cuerpo es una construcción social y cultural).
Son fundamentalmente el desarrollo de las religiones las que mediante sus principios instruyen el uso que podemos dar al cuerpo.
Desde pequeños nos advierten de que “esto” no se toca, “esto” no se hace, “esto” no se come, “esto” no se coge. Ello es cierto que nos previenen de muchos peligros para lo intocable, es decir, el cuerpo, pero a la vez constituyen unas normas que dependiendo de la cultura de la que provenga y desde la cual se mire permitirán un mayor o menor desarrollo personal (una búsqueda del Yo mismo). Me refiero a la represión en la que se encuentran por ejemplo las mujeres de algunos países árabes. Son cuerpos ocultados hasta el punto de no ser mostrados en público ni tan siquiera los ojos. Cierto es que estas mujeres puedan tener asimilado y por lo tanto nunca hayan sido objetos de cuestionamientos, las normas que se le imponen de generación en generación, pero el encuentro consigo mismas nunca será un encuentro personal, sino fundamentalmente colectivo, pues no pueden acceder a un desarrollo de una actividad pensante y creadora a la que los varones de estos mismos países se permiten posibilitando un desarrollo de lo individual.
Se que no hace falta que me vaya muy lejos, pues en la ideología cristiana esto se ha producido de una manera similar pero no es la cuestión de esta reflexión, pues es precisamente la religión cristiana la que hace hincapié en que encontraremos la verdad a través de una práctica espiritual, nunca física o carnal. He aquí de nuevo la negación del cuerpo.
Me parece interesante la conclusión a la que se llega en el texto cuando se dice que debido a la prohibición del tocar, no se establece bien las diferencias entre violencia y sexualidad.
Pongamos por ejemplo el tema del sadomasoquismo. En una relación de esta naturaleza muchas veces no se entiende que se trata (normalmente) de un disfrute carnal de mutuo acuerdo, esto es que ninguno de sus participantes se verá obligado a hacer (o dejarse hacer) nada que no quiera, y que no es una práctica que se base en la violencia (no existe tal violencia) sólo existe el placer a través del placer-dolor, pero nunca se trata de un dolor propio de una agresión producida involuntariamente.
También me resulta interesante la idea de que a través de la prohibición se despiertan los deseos del conocer y de experimentar lo que se prohíbe.
Creo que cuando se intenta proteger a alguien de algo externo no se le debe de prohibir (pues eso despierta la idea de que si se prohíbe algo es porque es algo intenso y nuevo para nosotros) sino de aconsejar (esto creo que despierta una idea de que esto se me aconseja porque esta persona ya lo ha vivido y para que no debe de ser agradable o beneficioso para nosotros).
El relato de Varley es una prueba de cómo el cuerpo impone su naturaleza a expensas del uso cultural que nosotros le dotamos. Es un ejemplo de las capacidades que tiene el cuerpo de crear lenguaje. Damos todo por hecho, el lenguaje sonoro y verbal, el lenguaje visual, pero no damos cabida debido a cuestiones morales a el lenguaje táctil.
Recuerdo un ejercicio que realicé en primero de carrera en la asignatura de escultura. Se trataba de que se le ofrecía una bolsa opaca a cada alumno con un objeto en su interior el cual no se ve en ningún momento. A partir únicamente de un conocimiento táctil con el objeto debíamos reproducir el objeto a través del modelado en arcilla. Se apreciaban las esculturas que habían sido fruto de una representación debido a una adivinación del objeto (si lo había sido) y las que habían sido construidas mediante la pura experiencia táctil con un objeto que en ningún momento (al no haber sido reconocido) fue fruto de ninguna representación mental, pues éstas constituían una forma más amorfa, más ambigua, más carnal.
Somos seres fundamentalmente visuales (ahora más que nunca), y no es sino mediante la observación de casos de minusvalía (los sordo-ciegos de Varley) por la cual adquirimos consciencia de las capacidades de lenguaje del resto de nuestros sentidos."
Nazaret Umpiérrez del Rio
Los amantes
Rebuscando entre algunos de mis trabajos encontré uno al que le tengo especial cariño, se trata de una pieza conformada por dos jeringuillas (metáfora de la idea del cuerpo como una "entidad fluída") y una manguera que las une (la mezcla del "yo" con el "otro") y que realicé hace un año durante mi formación en la facultad.
Lo que más me gusta de la pieza es sin duda el hecho de que el líquido de ambas jeringas nunca llegan a unirse debido a que no existe salida de aire...por lo que los líquidos no llegan a mezclarse sino que en todo caso una de las dos partes acaba por reventar de alguna forma...curiosa metáfora en torno a las relaciones personales...
Ya he comentado en anteriores entradas que me interesa muchísimo el cuerpo, sus complejidades y sobre todo cómo nuestro cuerpo es transformado y disfrazado por la cultura y la sociedad así como la delgada línea que separa conceptos (que parecen tan claros) como son el "yo", "el otro" o "el ello".
Simplemente me apetecía compartir esta pieza con ustedes.
"Los amantes"
Técnica mixta
2008
Lo que más me gusta de la pieza es sin duda el hecho de que el líquido de ambas jeringas nunca llegan a unirse debido a que no existe salida de aire...por lo que los líquidos no llegan a mezclarse sino que en todo caso una de las dos partes acaba por reventar de alguna forma...curiosa metáfora en torno a las relaciones personales...
Ya he comentado en anteriores entradas que me interesa muchísimo el cuerpo, sus complejidades y sobre todo cómo nuestro cuerpo es transformado y disfrazado por la cultura y la sociedad así como la delgada línea que separa conceptos (que parecen tan claros) como son el "yo", "el otro" o "el ello".
Simplemente me apetecía compartir esta pieza con ustedes.
"Los amantes"
Técnica mixta
2008
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Mis proyectos/trabajos personales
"Mantener la unidad del cuerpo y el alma = seguir vivo"
Hoy regreso con otra artista, muy admirada por mi parte y una de las máximas potenciadoras de los orígenes de la performance.
Marina Abramovic es una artista de origen yugoslava nacida en 1946 que vive y trabaja en Nueva York. En sus primeros años (desde 1976) trabajaba con su entonces pareja Ulay, con el que realizó sus primeras experimentaciones con el propio cuerpo como material. En 1977 realizaron "Breathing hin/Breathing out" (Inspiración/Expiración), una performance en la que ambos artistas intercambiaron sus respiraciones (después de taponar sus fosas nasales) hasta que se agotó el oxígeno.
"Interruption in Space" (Interrupción espacial) de 1977 los artistas corrían hacia una pared con la que se estampaban hasta quedar exhaustos.
"Breathing in/Breathing out", 1977
La idea de estos trabajos (y en la que prácticamente se basa toda la carrera de Abramovic) es la de someter al cuerpo a estados físicos extremos y experiementar sus límites como tal.
La artista presta mucha atención a la intervención y observación del público como se demuestra en "Incision" (Incisión) de 1978, en la que la artista ofreció literalmente su cuerpo en la galería para ser sometido con una serie de objetos que la artista había dispuesto en una mesa (entre ellos una pistola cargada) al antojo del público.
En 1988 la pareja formada por Marina y Ulay encontró su final que fue simbolizado con una larga performance en la cual cada uno de ellos se dispuso en los puntos contrarios de la Gran Muralla China, teniendo que recorrerla durante 90 días hasta encontrase. La pieza se llamaba "The lovers" (Los amantes).
"The lovers", 1988
Tras su separación con el artista, Abramovic continuó experimentando y desarrollando sus ideas en torno al cuerpo, adoptando una mayor complejidad conceptual en torno al mismo, así como una preocupación e inquietud hacia sus orígenes yugoslavos, incorporando elementos biográficos a sus obras.
Un ejemplo de ello es una de sus últimas obras, "Balkan Baroque", premiado en la Bienal de Venecia en la cual la artista se sentó durante más de cuatro días en el centro de una instalación mientras limpiaba 1.500 huesos de res cantando canciones de su infancia, a la vez que tres videoproyectores emitían imágenes de ella con sus padres.
"Balkan Baroque", 1997
Su última obra "The Biography", hace una especie de retrospectiva de anteriores performances y elementos biográficos en la que pretende recrearse a sí misma.
Para saber más de Marina Abramovic dejo por aquí algunos enlaces de vídeo de sus performances y de algunas páginas:
http://www.youtube.com/watch?v=pno1gCrbeVk
http://www.youtube.com/watch?v=mUz5rnxQmfI&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=zOuzzzltSOA&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=h9-HVwEbdCo&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=PD41IRukna8&feature=related
http://es.wikipedia.org/wiki/Marina_Abramovi%C4%87
http://performancelogia.blogspot.com/2006/11/marina-abramovic.html
http://www.medienkunstnetz.de/artist/abramovic+ulay/biography/
http://en.wordpress.com/tag/marina-abramovic/
"Imponderabilia",1977
Marina Abramovic es una artista de origen yugoslava nacida en 1946 que vive y trabaja en Nueva York. En sus primeros años (desde 1976) trabajaba con su entonces pareja Ulay, con el que realizó sus primeras experimentaciones con el propio cuerpo como material. En 1977 realizaron "Breathing hin/Breathing out" (Inspiración/Expiración), una performance en la que ambos artistas intercambiaron sus respiraciones (después de taponar sus fosas nasales) hasta que se agotó el oxígeno.
"Interruption in Space" (Interrupción espacial) de 1977 los artistas corrían hacia una pared con la que se estampaban hasta quedar exhaustos.
"Breathing in/Breathing out", 1977
La idea de estos trabajos (y en la que prácticamente se basa toda la carrera de Abramovic) es la de someter al cuerpo a estados físicos extremos y experiementar sus límites como tal.
La artista presta mucha atención a la intervención y observación del público como se demuestra en "Incision" (Incisión) de 1978, en la que la artista ofreció literalmente su cuerpo en la galería para ser sometido con una serie de objetos que la artista había dispuesto en una mesa (entre ellos una pistola cargada) al antojo del público.
En 1988 la pareja formada por Marina y Ulay encontró su final que fue simbolizado con una larga performance en la cual cada uno de ellos se dispuso en los puntos contrarios de la Gran Muralla China, teniendo que recorrerla durante 90 días hasta encontrase. La pieza se llamaba "The lovers" (Los amantes).
"The lovers", 1988
Tras su separación con el artista, Abramovic continuó experimentando y desarrollando sus ideas en torno al cuerpo, adoptando una mayor complejidad conceptual en torno al mismo, así como una preocupación e inquietud hacia sus orígenes yugoslavos, incorporando elementos biográficos a sus obras.
Un ejemplo de ello es una de sus últimas obras, "Balkan Baroque", premiado en la Bienal de Venecia en la cual la artista se sentó durante más de cuatro días en el centro de una instalación mientras limpiaba 1.500 huesos de res cantando canciones de su infancia, a la vez que tres videoproyectores emitían imágenes de ella con sus padres.
"Balkan Baroque", 1997
Su última obra "The Biography", hace una especie de retrospectiva de anteriores performances y elementos biográficos en la que pretende recrearse a sí misma.
Para saber más de Marina Abramovic dejo por aquí algunos enlaces de vídeo de sus performances y de algunas páginas:
http://www.youtube.com/watch?v=pno1gCrbeVk
http://www.youtube.com/watch?v=mUz5rnxQmfI&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=zOuzzzltSOA&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=h9-HVwEbdCo&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=PD41IRukna8&feature=related
http://es.wikipedia.org/wiki/Marina_Abramovi%C4%87
http://performancelogia.blogspot.com/2006/11/marina-abramovic.html
http://www.medienkunstnetz.de/artist/abramovic+ulay/biography/
http://en.wordpress.com/tag/marina-abramovic/
"Imponderabilia",1977
domingo, 1 de febrero de 2009
The Children´s hour (La calumnia)
Anoche fue la clausura de la séptima muestra de cine gay, lésbico, bisexual y transexual de Fuerteventura. Lo cierto que es que fue a la única sesión que fui (porque pensaba que comenzaría la próxima semana) y me alegro de haber ido porque la película que proyectaron no tenía desperdicio.
Resulta que hace un tiempo vi en internet un fragmento de una película en banco y negro en la que actuaba Audrey Hepburn y Shirley McLaine, la escena en sí concurría en un salón de una vivienda y el personaje de Shirley se declaraba sentimentalmente a Audrey.
Hasta ahí no supe nada más, pues no sabía el título de la película y en ese momento tampoco reconocía a Shirley McLaine.
Pues cual fue mi sorpresa que ayer proyectaron esta película, que por lo que parece les costó conseguir a la organización y que al fin la pudieron traer.
La película se llama "The Children´s hour" (La calumnia traducido al español), es de 1962 de origen estadounidense y su director es William Wyler.
La sipnosis que aparece en el folleto informativo que entregó la muestra dice así:
"Karen (Hepburn) y Martha (McLaine) son las directoras de una exclusiva escuela para niñas. Una alumna maliciosa y vengativa, despechada por un castigo que ha recibido, oye por casualidad un comentario y lo utiliza, distorsionándolo, para acusar a sus profesoras de una conducta reprobable. Los escandalosos rumores se extienden velozmente por la comunidad escolar, con repercusiones inmediatas, devastadoras y trágicas".
Lo primero que pensé cuando comenzaba la película es que un tema tan delicado para la época (como era la homosexualidad) lo fueran a tratar de manera insinuada, es decir, que el público más audaz tuviera que leer entre líneas para encontrar el verdadero concepto de la película, pero cual fue mi sorpresa que durante todo el film el tema se trató de manera directa (por supuesto no hablaban de "lesbianismo" sino de "sentimientos antinaturales"), y la escena en la cual Martha se declara a Karen es desgarradora, sencillamente me encantó.
Buscando por la red, en foros y opiniones se critica un poco el papel de Audrey por una carencia de intensidad de su personaje y lo cierto es que se alaba más el papel de su compañera Shirley, opinión que comparto, pues esta última hace una interpretación brillante que deja el corazón en un puño.
Aunque Audrey Hepburn es una artista de renombre y todas sus películas son muy conocidas, "La calumnia" es una de las menos difundidas o reconocidas, y la verdad es que la profundidad conceptual de la película y el guión son geniales.
La recomiendo!
Aquí dejo la ficha técnica y algunos fotogramas del film:
Título original: The Children´s Hour
AÑO: 1962
DURACIÓN: 107 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: William Wyler
GUIÓN: Lillian Hellman
MÚSICA: Alex North
FOTOGRAFÍA: Franz Planer
REPARTO: Audrey Hepburn, Shirley McLain, James Garner, Miriam Hopkins, Fray Bainter, Karen Balkin.
PRODUCTORA: United Artist
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